Estamos ante
uno de los reyes del marisco. El Maja squinado, conocido en España como
centollo, es un crustáceo que posee una carne espectacular.
Siempre me ha
gustado la cocina creativa y cada día me entusiasma más. No os descubro nada si os digo que en España tenemos
mucho que enseñar en este campo. De vez en cuando hago labores de laboratorio en
mi cocina oliendo, mirando y probando nuevas posibilidades. En esta tapa
encontraréis matices de mar, de bosque, de campo que os harán disfrutar de una
experiencia sensorial única.
En especial está dedicada a todos los integrantes de ACRAME. Una asociación de cocineros amateurs que dará mucho que hablar...
En especial está dedicada a todos los integrantes de ACRAME. Una asociación de cocineros amateurs que dará mucho que hablar...
INGREDIENTES
1 centoll@.
1 puerro.
2 tomates rojos
maduros.
1/2 cebolla.
1 zanahoria.
1 diente de ajo.
1/2 vaso de chacolí.
2 cucharadas de
bourbon.
Aceite de oliva
virgen extra.
Sal.
Pimienta verde.
Patata.
Créme fraîche.
Trufa.
Pan de pistachos.
1 cuajada de
leche de oveja.
Esencia de
limón.
Frambuesas.
Zumo de limón.
Azúcar.
Licor de
grosella.
Agar-agar.
Cebollino.
PREPARACIÓN
En primer lugar para preparar el txangurro hay que introducir el
centollo en agua muy fría con hielo, así evitaremos que suelte las patas al
hervir y entre agua de la cocción.
En una cazuela amplia se vierte la suficiente agua para que
posteriormente cubra el centollo. Se añade una hoja de laurel, unos granos de
pimienta negra y sal (unos 60 gr. por litro de agua). Se lleva a ebullición.
Metemos el centollo y cuando vuelva a hervir lo tendremos en 20 minutos. Este
tiempo es para un centollo de 1 kg. Variar unos minutos arriba o abajo
dependiendo del peso. Si tenéis la suerte de tener entre las manos uno de 2,5
kg, o más, dejarlo media hora cociendo y después me llamáis…
Cuando esté cocido lo dejamos templar.
Ahora viene los más “divertido”. Vamos sacando con mucho cuidado la
carne de caparazón, cuerpo y patas. Hay que evitar que queden restos duros, después
serían desagradables al comer.
Reservamos.
Picamos en brunoise la cebolla, la zanahoria y el puerro. En una
sartén amplia pochamos con AOVE las verduras salpimentadas. Pelamos los
tomates, los despepitamos y los agregamos al conjunto.
En un cazo calentamos el chacolí y el brandy. Flambeamos y lo
añadimos.
Una vez pochadas las verduras añadimos la carne del centollo,
removemos y calentamos 5 minutos. Reservamos.
Hacemos un puré de patata aligerado con una cucharada de créme
fraîche. Mezclamos con trufa picada y reservamos.
Si no disponemos de pan de pistachos es fácil realizar un sucedáneo.
Trituramos pistachos. Cogemos unas rebanadas de hogaza de pan anchas.
Eliminamos la corteza. Distribuimos los pistachos picados sobre la miga y con
un rodillo amasador pasamos por encima. Obtendremos unas láminas finas.
Para hacer los cilindros de pan cortamos rectángulos iguales de pan.
Mojamos levemente uno de los bordes, enrollamos y presionamos. Colocamos sobre
una placa de horno y hacemos a 180º hasta que adquieran un tono tostado. Reservamos.
Como algunos sabéis desde hace muchos años preparo mis propios
licores, en especial mí ya famoso Limoncello. También he realizado licor de
grosellas con un resultado muy bueno, según los entendidos.
Para esta receta he elegido una gelatina de licor de grosella porque
le aporta un matiz agradable al conjunto. Para hacerla simplemente calentar el
licor con un poco de almíbar neutro y utilizar agar-agar u otro gelificante
para conseguir la textura deseada. Vertemos en un molde, enfriamos y
reservamos.
El coulis de frambuesa lo realizamos calentando la fruta limpia en
un cazo con una cucharada de azúcar, dos de agua y ½ de zumo de limón. Cuando adquiera
una textura melosa lo retiramos del calor y pasamos pos un colador. Reservamos.
Mezclamos la cuajada de leche de oveja con unas gotas de esencia de
limón.
PRESENTACIÓN
Cubrimos el fondo del plato con cuajada. Rellenamos la base de los
cilindros de pan de pistacho con una pequeña cantidad de puré trufado y
completamos de cubrir con el txangurro, los colocamos en un extremo. Pintamos
con el coulis. Realizamos círculos de gelatina de grosella con un cortapastas y
los colocamos sobre el coulis de frambuesa. Terminamos adornando con cebollino
los cilindros de txangurro.
Disfrutar de esta tapa tan especial…
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