Uno de los
platos más tradicionales en la cocina vallisoletana y de alguna otra provincia
limítrofe.
Elegir
ejemplares con garantía de origen, hay mucho lechazo/cordero que llega a
nuestros mercados congelado desde otros países y los venden como castellanos.
El sabor de estos últimos nada tiene que ver con un ejemplar criado en tierras
castellanas y alimentado únicamente con la leche materna.
Asado, guisado
o frito es una delicia para cualquier paladar. Carne suave, jugosa y con un
sabor único.
En esta ocasión
vamos a preparar un asado de lechazo tradicional con unos toques de
romero/tomillo acompañado de unas patatas panadera.
INGREDIENTES
2 paletillas de
lechazo.
Manteca de
cerdo ibérico.
1 cebolla.
2 patatas.
1 rama de
tomillo.
1 rama de
romero.
100 ml. de brandy.
Aceite de oliva
virgen extra.
Sal.
Pimienta.
PREPARACIÓN
En primer lugar damos unos cortes a las paletillas, salpimentamos y
untamos con manteca de cerdo ibérico.
Colocamos las paletillas sobre papel sulfurizado en una bandeja de
horno. Añadimos el romero y el tomillo.
Precalentamos el horno a 180º.
Introducimos las paletillas una hora. Dar la vuelta a la ½ hora.
Regar con el brandy.
Sacar las paletillas. Quitar el caldo de asar. Reservar.
Cortar las patatas y la cebolla en rodajas finas. Aliñar en un bol
con AOVE, sal y pimienta.
Meter las patatas y la cebolla al horno 40 minutos.
Después meter de nuevo las paletillas otros 30 a 45 m. Dar la vuelta
a la mitad y dejar por el lado de la piel para que coja tono.
Reducir el caldo reservado.
Cuando esté la carne en su punto regamos con el caldo reducido y
servimos.
En copa un vino tinto crianza D. O. Ribera de Duero será el
acompañante perfecto para este lechazo asado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario