Indispensables
en mi nevera, las anchoas en salazón se convierten en un bocado exquisito en
cualquier preparación. Simplemente presentándolas en un plato con un chorro de buen
AOVE y unos ajos laminados muy finos están para quitarse el sombrero.
Anchoas en
conserva las hay y muchas, el problema está cuando las pruebas y están repletas
de espinas, con un secado excesivo o nadan en un aceite de mala calidad. Por
desgracia algo habitual, incluso comprando conservas de precio elevado.
Tengo el
privilegio de contar con un buen amigo con el que ya hace muchos años redescubrí
Santoña (Cantabria) y su manera tan fantástica de preparar esas delicias de mar
llamadas “anchoas en salazón”. De vez en cuando me acerca a casa algunas
panderetas, repletas de esa delicia, llegadas directamente del fantástico mercado
de Santoña. Un lugar en el que también encontraréis pescados y mariscos del
día, carnes de ganado cántabro espectaculares, verduras buenísimas…
Por todo ello,
y mucho más, le dedico esta tapa muy sencilla de preparar y que sorprenderá a
todos vuestros comensales.
En dedicación
muy especial para Roberto.
Va por ti
amigo!
INGREDIENTES
Anchoas en
salazón de Santoña (Cantabria)
Nectarinas.
Huevos.
Queso fresco
para untar.
Azúcar.
Piñones.
Tiras finas de
naranja amarga confitada.
PREPARACIÓN
No os pongo cantidades porque diferirán mucho dependiendo de las
tapas que queráis emplatar, al no tener prácticamente elaboración os resultará
muy fácil calcular los ingredientes a emplear.
En primer lugar separamos las claras de los huevos. Montamos las
claras a punto de nieve agregando azúcar y una cucharada de queso de untar. Nos
tiene que quedar una textura espumosa. Reservamos en el frigorífico.
Trituramos los piñones hasta obtener una arena gruesa, pelamos las
nectarinas y cortamos en gajos.
Quitamos el exceso de aceite de las anchoas y cortamos las puntas,
adaptándolas al tamaño de los gajos de nectarina.
Montamos la tapa colocando arena de piñones, sobre estos un gajo de
nectarina, un trozo de anchoa y espuma de queso. Terminamos con un pequeño filamento
de naranja confitada sobre la espuma, podéis hacerlos en casa u obtenerlos de
alguna mermelada comprada.
Una tapa de contrastes con los cuatro sabores reconocidos
habitualmente. Salado de las anchoas, ácido de la nectarina, dulce de la espuma
de queso y el ligero toque de amargor de la naranja.
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