La delicadeza
de la cigala unida a unas frambuesas en diferentes texturas da como resultado
un plato repleto de contrastes. Color y sabor en cada bocado.
La cigala posee
como características principales en su composición nutritiva, un gran número de
proteínas, menos calorías que el resto de crustáceos y una mínima cantidad de
grasas.
Las vitaminas que predominan en su carne son las relacionadas con el grupo B,
que actúa en el funcionamiento de los sistemas defensivo y nervioso, el
aprovechamiento de hidratos de carbono, grasas y proteínas, además de
intervenir en la formación de glóbulos rojos y síntesis de material genético.
Los minerales destacados en su composición son el potasio, fósforo, magnesio y
yodo.
Las frambuesas
son muy ricas en vitamina C, una vitamina con una importantísima actividad
antioxidante, que ayuda a la hora de prevenir la aparición del cáncer.
También resulta
útil para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Y, además, contiene una
importante actividad antiinflamatoria.
INGREDIENTES
PRINCIPALES
Cigalas frescas.
Frambuesas.
500 gr. de lo
que vuestra imaginación estime.
PREPARACIÓN
Dejar volar la mente y emplatar con la inspiración del momento.
Maridamos en copa con un vino fresco Sauvignon Blanc D.O. Rueda.
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