Preparamos una
sencilla tapa con el bonito como invitado especial.
Se trata de un
pescado excepcional y apto para consumir en múltiples preparaciones. Podemos
realizar una congelación esmerada en época de verano y disfrutar de él durante
todo el año.
El bonito es un pescado que
pertenece a la familia de los Escómbridos, siendo necesario diferenciar entre
dos tipos: el bonito del y el bonito del norte.
También aporta
interesantes cantidades de vitaminas
del grupo B, además de vitaminas
A y D; y minerales como el potasio,
fósforo, magnesio, hierro y yodo.
Además de su
contenido en grasas saludables también debemos destacar la presencia en
cantidades interesantes de proteínas
de alto valor biológico.
El bonito es un
pescado azul recomendado en dietas
para prevenir enfermedades cardiovasculares, gracias a que por su
contenido en ácidos grasos omega-3 ayuda a reducir los niveles tanto de
colesterol como de triglicéridos. Además, ayuda a que la sangre sea más fluida
y previene la formación de trombos
y coágulos.
Es interesante
el consumo de bonito junto con alimentos ricos en calcio, ya que su contenido
en vitamina D ayuda a
mejorar su absorción. Mientras que la vitamina A es fundamental para la salud de la visión, y
mejorar la resistencia frente a las infecciones.
Entre su
contenido en minerales podemos
destacar la presencia de yodo, fundamental en el buen funcionamiento de la
glándula tiroides, mientras que el magnesio ayuda en el mejor funcionamiento de
los músculos, nervios e intestinos.
INGREDIENTES
Bonito.
500 gr. de lo
que vuestra imaginación estime.
PREPARACIÓN
Dejar volar la mente y emplatar con la inspiración del momento.
Maridamos en copa con un vino Verdejo D.O. Rueda bien fresco.
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