Un plato para
sorprender a cualquier comensal. Con la sorpresa de la sepia y las cigalas dentro
del tomate, en contraste con la sopa de alioli, tendréis el éxito asegurado.
INGREDIENTES
4 tomates
redondos rojos pequeños.
1 sepia grande.
8 cigalas.
1 cebolleta.
2 dientes de
ajo.
1 zanahoria.
1 huevo.
50 ml Vermouth
blanco seco.
Perejil.
Cebollino.
Aceite de oliva
virgen extra.
50 ml de nata
líquida para cocinar.
Sal.
Pimienta.
PREPARACIÓN
En primer lugar procedemos a eliminar la piel de los tomates. Para
ello los escaldaremos en agua hirviendo. Previamente les hacemos dos cortes en
forma de cruz con un cuchillo. Tenemos los tomates unos segundos en el agua
hirviendo y rápidamente les sacamos a un recipiente con agua helada. Así
conseguiremos que no se pasen y tengan un color más atractivo. Una vez fríos
los pelamos y vaciamos. Como solo vamos a utilizar el exterior podemos reservar
el resto para otras recetas.
Limpiamos la sepia, la cortamos en trozos pequeños, salpimentamos y
salteamos levemente con AOVE. Reservamos.
Pelamos las cigalas. Utilizaremos únicamente las colas. Se pueden
usar las cabezas y las cáscaras para hacer una salsa o crema.
Picamos finamente la cebolleta y la zanahoria, pochamos con dos
cucharadas de AOVE salpimentando al gusto. Cuando estén pochadas añadimos
el vermouth y dejamos evaporar el alcohol. Retiramos del fuego y dejamos que se
enfríe.
Mezclamos el sofrito de verduras con la sepia. En el fondo de cada
tomate colocamos dos colas de cigala y rellenamos con la mezcla de verduras y
sepia. En horno precalentado a 180º introducimos los tomates durante 10
minutos.
Ponemos en el vaso de la batidora los dientes de ajo, el huevo, perejil
y AOVE o de girasol (dependiendo si queremos un sabor más fuerte o no).
Emulsionamos y a la vez añadimos la nata para conseguir una crema ligera.
Para montar el plato colocamos en la base nuestra sopa de alioli y
encima un tomate con la boca de relleno hacia abajo. Terminamos con AOVE al que
hemos añadido cebollino picado previamente.
Espero que disfrutéis cocinándolo y comiéndolo.
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